Una de las concepciones erróneas más peligrosas es que el IPC (el número oficial de inflación) muestra cuánto suben realmente los precios. En la vida real, las cosas en las que la gente gasta la mayor parte de su dinero, como la vivienda, los alimentos, el cuidado de los niños, la educación y el seguro, a menudo suben mucho más rápido, cerca del 6–10% al año. El IPC se mantiene bajo porque su "cesta" utiliza fórmulas y sustituciones que no coinciden con cómo vive realmente la gente. El peligro es pensar que solo necesitas que tu dinero crezca un 2–3% al año y mantener efectivo o bonos para igualar esta suposición. En realidad, la mayoría de las personas necesita activos que generen aproximadamente un 8% anualmente solo para mantenerse al día con su costo de vida real. Mantener una combinación de Bitcoin y fondos indexados de bajo costo logra exactamente esto.